Las previsiones no dejan lugar a dudas, cada vez se sufrirán más cambios bruscos de temperatura llegándose a climas más extremos. Así, ante las inminentes olas de calor como las que están azotando este caluroso verano, cada vez es mayor el número de viviendas que cuenta con un aparato de aire acondicionado pero, ¿es algo positivo para la salud de sus inquilinos? ¿Es mejor contar con uno o hacerse con alguna de sus alternativas? Hacemos un repaso de los pros y contras del aire acondicionado en el hogar para la salud de sus habitantes.

Inconvenientes del aire acondicionado

La eterna pregunta del aire acondicionado es: ¿resulta beneficioso o perjudicial? Para responder bien a esta cuestión hay que tener en cuenta diversos factores como: el tipo de aparato y de vivienda, su instalación, el uso, el vecindario, el historial del habitante, etc.

Un perjuicio destacable, que en la mayoría de las ocasiones es independiente del uso que se le dé al aparato, se encuentra en los diversos niveles de tolerancia a las diferentes temperaturas que tiene cada persona. Las familias con varios miembros son mucho más propensas a sufrir esta situación cuando comparten una estancia de la vivienda. Y a este respecto hay que añadirle, además, la influencia de la vestimenta, así como la energía calorífica que los propios miembros desprenden al estar juntos en la habitación.

Esto, a veces, genera dos problemas para la salud: puede provocar enfriamientos, con sus correspondientes efectos, y puede desencadenar un aumento del nivel de estrés en aquellos que no encuentran conformes con la temperatura ambiente establecida.

Otro de los principales daños está en la tipología del aparato que se use, ya que la mayoría producen un aire seco que, a su vez, seca las mucosas corporales, eliminando una de las principales barreras que posee el organismo frente a agentes infecciosos.

El mantenimiento del equipo también es decisivo para la salud de las personas expuestas, ya que una conservación deficiente puede esparcir por el ambiente desde ácaros y partículas en suspensión hasta bacterias tan peligrosas como la Legionella. Es muy importante mantener los filtros limpios y llevar a cabo las revisiones pertinentes, tanto de los aparatos como de las instalaciones. En este sentido, entre los efectos saludables nocivos destaca principalmente el desarrollo de alergias y problemas respiratorios.

Ventajas del aire acondicionado

Actualmente, la mayoría del parque edificatorio español, tanto de particulares como de edificios de oficinas, no están construidos considerando la posibilidad de tener que hacer frente a temperaturas extremas, lo cual provoca que en su interior pueda detectarse incluso más calor que en el exterior de las mismas.

Unas elevadas temperaturas pueden causar falta de energía y cansancio, siendo esto en muchas ocasiones consecuencia de la deshidratación producida por sudoración, por bajadas de tensión y por falta de adaptación del organismo a dichas temperaturas.

Además, la superación de la llamada temperatura del umbral del sueño, que suele situarse entre los 22 y 24ºC, puede provocar, entre otros, insomnio. El uso correcto del aire acondicionado elimina estos efectos al establecer la temperatura ambiente en los niveles óptimos para llevar con comodidad la rutina diaria.

En conclusión, lo ideal sería tener viviendas y oficinas con el adecuado diseño y aislamiento para que se mantengan correctamente frescas en verano y cálidas durante el invierno, y que estos aparatos sólo sean un complemento para el hogar y no el factor determinante para el bienestar de la salud de los inquilinos. Elementos como las ventanas o las puertas son un aliado fundamental para ello al favorecer un correcto aislamiento actuando como barrera ante el calor y el frío.