El grupo García Carrión ha dado otro paso con su proyecto de plantar más de 2.000 hectáreas de piña tropical en el Campo de Cartagena para fabricar zumos. En los dos próximos años espera que culmine la investigación que está realizando con la Universidad Politécnica para acortar el ciclo de producción de esta planta a 8 meses y salvar el periodo frío que dificulta su reproducción. En el invernadero no hay problemas, y el reto es aplicarlo a extensas superficies al aire libre. Si lo consigue, será una innovación a nivel mundial, según ha explicado el presidente de la compañía, José García-Carrión.

En una segunda fase, la superficie plantada podría llegar a las 10.000 hectáreas, beneficiando a 45.000 agricultores y generando 1.500 puestos de trabajo para una actividad intensiva en mano de obra debido a que no es fácilmente mecanizable. El responsable de la empresa jumillana, líder en los mercados de vino y zumos de España y la primera bodega de Europa, visualizó su apuesta ante las autoridades con motivo del desayuno informativo que tuvo Valcárcel en Madrid el mes pasado con la asistencia de varios ministros. El empresario y su esposa Fala Corujo mostraron en aquel foro una piña de 2 kilos producida en la Región de Murcia.

El objetivo es garantizar el suministro a sus plantas de zumos sin depender de Brasil, y al mismo tiempo exportar piña a otros países. Antes debe concluir la investigación del departamento de agrónomos y del vicerrector de la Politécnica Antonio Alarcón. El grupo especializado en frutas tropicales lleva tres años trabajando con 6.000 plantones que se trajeron de Guatemala.

«Somos el primer consumidor del mundo de piña en zumo, con 300 millones de litros», señala García-Carrión para justificar el proyecto, que a su juicio va por buen camino para acortar el ciclo a 8 meses, cuando lo habitual es de 12 a 18. «Con la naranja no pudimos hacerlo en la Región de Murcia porque no había garantía de agua en aquellos momentos, pero con las frutas tropicales creemos que sí es posible», añade para explicar por qué la empresa apostó años atrás por Huelva para cultivar 1.500 hectáreas de naranja de mesa y de zumo, ya que tenía el agua garantizada del Guadiana, y llegó a acuerdos con 4.000 agricultores. Es el modelo que quiere aplicar en la Región.

«El proyecto lleva tres años de investigación en invernadero y ha sido un éxito absoluto, con piñas dulces de 2 kilos. El único problema dentro del invernadero es el coste, por eso nuestro desafío es hacerlo fuera con cultivos intensivos. Hemos resuelto el inconveniente de las tierras calizas y arcillosas del Campo de Cartagena con un sistema de riego hidropónico», apunta. El grupo compra actualmente el equivalente a 2.000 hectáreas de piña para abastecer a sus clientes, y tiene capacidad para llegar a las 10.000 inundando el mercado europeo.

También con maracuyá

También está experimentado con la Politécnica el cultivo de maracuyá y otros productos tropicales debido a que tienen más tirón en el consumo que los antiguos sabores. «El consumidor nos demanda productos con más azúcar natural y nuestro reto económico es la piña. Tenemos una obsesión por producir en España el cien por cien de nuestras necesidades, apostando por nuestra agricultura y el magnífico clima que tenemos. Dentro de dos años nos podríamos a plantar en una gran amplitud de hectáreas cuando tengamos otros tropicales experimentados. Puede ser un proyecto similar al de la naranja. Estamos ilusionados con esta investigación, que es distinta a las demás, porque puede convertirnos en una potencia con denominación de origen de frutas y zumos. De esa forma dejaríamos de depender del zumo concentrado que se trae de Brasil, que es el gran suministrador del mundo», indicó.