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Solo 530 extranjeros han logrado, en casi año y medio de puesta en marcha del procedimiento, el permiso de residencia para quienes compraran una casa de más de 500.000 euros, invirtieran dos millones en deuda pública, un millón en acciones o acometieran un proyecto empresarial. No parecen suficientes y el Gobierno se ha aplicado en introducir algunas modificaciones para que estos denominados ‘visados de oro’ sean muchos más.

El 95% lo ha hecho comprando viviendas lujo, en su mayoría chinos, árabes y rusos.

Entre las modificaciones introducidas, algunas cuestiones técnicas y jurídicas que entorpecían los permisos. A partir de ahora, por ejemplo, los emprendedores podrá solicitar directamente la autorización de residencia desde España, sin el paso previo de pedir un visado de inversor desde fuera.

De entre las 530 autorizaciones de residencia concedidas a inversores, una docena corresponde a los llamados proyectos empresariales, mientras que 29 se deben a inversiones en acciones y 490 son los citados compradores de viviendas.

Además de los permisos vinculados a la inversión, también se ha dado la residencia a 82 emprededores, un total de 1.231 profesionales altamente cualificados, 369 a investigadores, 907 debidos a movimientos intraempresariales y 2.461 a familiares.

Por el contrario, no se ha modificado ninguna de las condiciones económicas para poder acceder a estos permisos, ni tampoco ninguna de las garantías legales, pero sí se ha allanado el camino desde el punto de vista técnico: del programa también podrán beneficiarse las parejas de hecho, no solo los matrimonios, los hijos mayores de edad y los ascendientes dependientes económicamente.

En el caso de las compras de vivienda, también se dará el visado o autorización de seis meses a quienes no han formalizado la adquisición del inmueble, pero ya han firmado el contrato de arras y han depositado el dinero.

Otro cambio se relaciona con el hecho de que los inversores ya no tendrán que visitar España para poder pedir la renovación del permiso de residencia. Un ciudadano extracomunitario puede querer tener permiso de residencia en España sin vivir en el país porque lo permite la libertad de movimientos en el espacio Schengen. Además, estas autorizaciones ya no se tendrán que renovar cada dos años, sino que se hará cada cinco años.

Fuente: http://www.inmodiario.com